11 de abril de 2012

Nuevos tiempos, nuevas revoluciones

Para cambiar, para aprovechar este momento de crisis en la que todo es posible, solo se me ocurre una forma de lograr algo positivo: llevar a cabo una nueva revolución, la verdadera revolución, la que todavía no se ha hecho, que empieza por uno mismo. Cambia tu mundo y el mundo cambiará. Seguramente alguien ya habrá dicho algo parecido, ahora yo lo repito y cada día me propongo llevarlo a cabo.

No esperes a que otro haga el trabajo por ti, porque no lo hará. Solo hay una manera de lograr una nueva revolución, y es pacífica. Ya no llega con la revolución francesa, ni la del proletariado, porque será nuevamente secuestrada y cambiaremos a la nobleza por la burguesía o a los burgueses por otros peones.

Es necesario desaprender todo y volver a empezar. Desde los países "ricos", sin excusas. Todos sabemos lo que los demás tienen que hacer, pero solo tú puedes cambiarte a ti mismo. Los demás tendrán que cambiarse ellos. 

Mirémonos a nosotros mismos y seamos honestos

Dejemos al fin de mirar al otro como a un extraño, vuelve al mirada a tu interior y CONOCETE A TI MISMO, porque conocerse a uno mismo es la única manera que tenemos de comprender a los demás y viceversa. Esa es la clave. Empieza el cambio por ti. Exígete a ti antes de exigir a los demás. Si no funciona no podrás culpar a nadie más que a tí. No hay escapatoria, tenemos peso, influimos, estamos aquí. Empieza a tomar posesión de tu espacio en el mundo y hazte dueño de tus decisiones. No te dejes llevar, préstate atención. Tú eres como los demás y los demás son como tú. 

Si todos lo hacemos (y cree que no es nada fácil), nadie tendrá que exigir nada y los "poderosos patológicos" se quedarán sin ganado. Habrán perdido la guerra, sin llegar a disparar una sola bala, porque por si no os habíais enterado... estamos en medio de un guerra, ya ha empezado y no hay marcha atrás...